lunes, 6 de julio de 2015

Todo lo que necesitas


Autor: Edwin Rolando García Caal
De mis notas sin verso

Hija mía, quiero aconsejarte para que tu meta en la vida no sea ser bonita. ¿Quién te dijo que tienes que ser princesa? Deja de pedir carruaje para todo y no te ilusiones esperando un príncipe con todo y todo. Camina 30 minutos al día y mientras lo haces sonríe, que la vida es bonita y no por eso busca estar como pendiente. 

Yo te digo que debes ser honrada, que debes construir tu propio castillo, tú vales no por lo que se ve de maquillaje en tu faz, sino por lo que pueda haber en tu cabeza. Si quieres saber qué hay allí, debes procurar disfrutar del silencio y aprender de la paciencia.

Yo te necesito hija agradecida y futura madre responsable. Eso se logra siendo honesta y sincera, aunque recuerda, la persona más sincera siempre mide sus palabras porque gana más quien muestra su sinceridad sin dejar de ser amable.

Cuando dejes de promoverte como un trofeo, los hombres dejarán de buscarte como una conquista porque si esperas ser tratada así, al momento de tenerte, te pondrán en una vitrina e irán por otro trofeo. Mientras no te tengan, te darán flores, chocolates, regalos, invitaciones y palabras bonitas. Cuando ya te tengan perderán la ilusión en ti, porque habrás sido sólo eso, un trofeo que querían alcanzar, pero nadie se queda acariciando trofeos para toda la vida. 

Procura escribir sin faltas de ortografía, tener una letra bonita y un vocabulario más bonito aún. Que tus comentarios irradien optimismo. Deja los chismes y los comentarios de amargura, en cambio alimenta tu espíritu escuchando buena música. Rechaza las palabras soeces de las personas, de los textos y de las canciones. Si los aceptas, te estarás rebajando al nivel de esas palabras, que no son más que lodo. Tú debes ser como el agua limpia y no queda agua limpia cuando se mezcla con el lodo.

¿Cómo es que buscas la belleza en el maquillaje? Mejor maquilla tus palabras y tus oídos para escuchar sólo lo que es grato. Pero no es grato que te estén adulando todo el tiempo y cualquiera, porque no eres una obra de arte. Una obra de arte sólo es eso, algo inmóvil que no hace nada más que ser apreciada, mientras que quien recibe los beneficios es el artista. Yo te quiero viva, en movimiento, productora de arte, para recibir los beneficios de lo que haces y disfrutar del éxito que se admira y que se envidia.

No vivas con el solo propósito de ser servida, mejor vive con una vida de propósitos, anhela ser la dueña de la empatía y nunca digas: “ussh no está a mi altura” porque tampoco eres tan alta, mira al cielo y ve lo pequeña que eres, mejor di, “no lee más libros que yo” y sigue instruyéndote, que quien más sabe, más ayuda.

Elimina el desorden de tu casa y de tu mente. Busca el amor, no a un sirviente, busca el amor, no a un teniente. ¿Quién te dijo que siempre tienes la razón? Eso sólo lo logran quienes han estado en los zapatos de todos. Aprende a escuchar, a reflexionar y a comprender. Piensa mejor que todo cambia, incluso lo malo. Aprende mejor que todo cambia, incluso lo bueno. Si te decepciona que las personas buenas hagan cosas malas, entonces deja de equivocarte.

Deja la envidia que cubre tu afán de ser princesa, tú ya tienes todo lo que necesitas, si tienes duda: pregúntale a un ciego. Si tienes duda pregúntale a un manco. Si tienes duda pregúntale a un cojo. Da gracias por lo que tienes y con esos recursos ponte a construir tu propio castillo, porque yo te quiero pero como mujer en la verdadera virtud de la palabra y no como un cuento de hadas. Yo te quiero como el ideal del ser sensible y creativo que es artífice de sí mismo y no sólo una sombra de mujer. Te quiero conectando tu cuerpo con tu mente, tu intuición con tus metas. Te quiero como mujer que controla su vida y sus hábitos y por lo tanto como una persona positiva digna de ser imitada más que alabada.


1 comentario:

Alejandra Zarazua dijo...

Ciertamente, las mujeres valemos mucho, sin embargo muchas de nosotras creemos que lo mas importante es lo físico y es esto, lo primero que cambia, en cada etapa de nuestra vida.
Por eso indudablemente lo mejor es lo que hay en el interior, el espíritu, la educación, la actitud.


Gracias por recordarnoslo Profe. Dios lo Bendiga