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sábado, 3 de agosto de 2013

El concepto de injusticia


Edwin Rolando García Caal

Todo mundo pide ponerle fin a la injusticia. No obstante, eso sería una catástrofe para el planeta. Porque la injusticia es en realidad lo que la mitad del mundo reconoce como deseable. Lo paradójico es pedir justicia mientras deseamos con todo el corazón que la injusticia sea parte de nuestro diario vivir. Podemos iniciar la disertación con una simple pregunta: ¿Existirá en el planeta alguna persona que sea capaz de quitar la vida sin sentir ningún remordimiento? Y si existe esa persona: es justa o es injusta. ¿Será injusto quitarle la vida a quien no tiene ninguna posibilidad de defenderse? ¿Existirá alguien tan sádico que piense que quitar la vida está bien?

Ya sé, visto desde lejos resulta fácil identificar lo justo de lo injusto. Aquí es donde usted afirma que matar es injusto. Porque elimina el futuro de alguien. Deja a una familia. Acaba con lo que el muerto pudo hacer mañana, o sea que le limita su futuro. ¿Y si acercamos el dilema? ¿Estaría usted en la disposición de pagar para que le quiten la vida a alguien? ¿Como llaman a ese acto? ¿Autor intelectual? Si compara su propia vida con la de ese alguien a quien pide matar: ¿Será injusto pensar que su vida vale más, por eso usted debe vivir y ese alguien morir? Algunos estarán pensando en un soldado, en un agente de policía o en un acto de defensa propia.

Si usted cree que matar es malo y que nadie tiene derecho a quitar la vida de alguien y menos a pagar para que lo hagan en su nombre, en realidad está en un error. Usted piensa todo lo contrario de lo que ha afirmado hasta el momento. En su posición, usted cree que matar es bueno. Pagaría por matar una, y otra, y otra, y otra vez. En el tiempo que ha vivido, usted ha matado y además cree que lo que ha hecho está bien. Cuando se sienta a la mesa a degustar un delicioso caldo de pollo piensa en la injusticia del mundo. Pero sabe algo, usted pagó para que mataran al pollo. Un ser vivo que no hizo nada para merecer morir. Entonces empieza a cambiar su forma de pensar. Es bueno matar a los animales, afirma. No es injusto. Primero porque los animales no tienen sentimientos. En otras palabras está diciendo que si existe una persona en el mundo que no tenga sentimientos, está bueno matarlo. ¿Y quién no tiene sentimientos? Pues alguien que ve en la calle a un atropellado y simplemente se limita a decir: ¡para qué no usó la pasarela! No tiene sentimientos alguien que ve un reportaje de niños huérfanos o de ancianos muriéndose de hambre y simplemente dice: ¿no habrá algo mejor en otro canal?  Entonces en qué estamos: es correcto matar a los que no tienen sentimientos. O no tener sentimientos no entra en la categoría de lo injusto. Si yo no miro cuando lo matan, entonces no es injusto.

Recuerde cuando usted mató a una mosca o a una cucaracha. ¿No sintió culpa o sí? Definitivamente no. Porque usted es más grande. Y si el que mata es más grande entonces no hay injusticia. Está permitido matar a los más chiquitos. A los que no pueden defenderse. Tal vez está permitido matar a los que son insignificantes. Aunque recuerde que también paga a quienes matan vacas y una vaca no es tan insignificante. Tal vez se matan porque son improductivas. Y todos los seres humanos somos muy productivos. ¿A quién está permitido matar? Es que la cucaracha es muy fea. Así que está permitido matar a los feos. Es que la cucaracha no habla. Así que está permitido matar a quienes no hablan. A los que no se quejan. A los que no tienen familia. Pero los animales hablan, en su propio idioma, pero hablan. Entonces está permitido matar a los que hablan un idioma que no entendemos. Ya sé. Está permitido matar a todo aquel que no sea un ser humano. O sea que sí está permitido matar a quien sea inhumano. No ser humano es injusto y por eso hay que terminar con la injusticia.

Aquí es donde aplauden quienes son vegetarianos. Por eso nosotros, afirmará alguien, no matamos. Comemos tortillas. ¡Ajá! Entonces está permitido matar a la milpa. Porque a las plantas sí se les puede matar, porque ¿Son mudas? ¿Sabemos que son seres vivos verdad? Entonces no es injusticia matar a quienes no emiten ningún sonido. Si es mudo, aunque nazca, crezca y se reproduzca, como es mudo merece morir. Alguien se enoja con la comparación y pregunta. ¿Qué es eso? Compararnos con plantas, por Dios, nosotros somos seres superiores. Los seres superiores tienen derecho de matar a los seres inferiores. O sea que matar no es malo, si creemos que somos seres superiores.

Pero la injusticia no es sólo matar. ¿Será injusticia ver a un joven sentado en el bus mientras a la par de él va una anciana que apenas puede mantenerse en pie y él no le cede lugar? Imagíneselo a él con saco y corbata, bien planchado, de unos 20 años y se ve bastante fuerte. ¿Y si ambos van a la misma entrevista de trabajo? ¿No es injusto que contraten al joven verdad? Entonces usted piensa. Eso no es injusto, porque el joven merece el trabajo y la anciana ya no. Aunque los dos tengan necesidad de comer. Lo que pasa es que contratar a los jóvenes es lo normal. Debemos terminar con los jóvenes desempleados. Y eso es lo justo. Sobre todo si a la persona que contrataron fue a usted. Tal vez usted no tenía tanta necesidad porque sus padres aún le mantienen y la pobre anciana está sola en el mundo y no tenía ni para la cena de hoy. Eso es justicia. Nuestro mundo pone en la misma carrera del trabajo a muchos ancianos que compiten a la par de los jóvenes. Y cuando dicen en sus marcas, listos fuera, los ancianos no tienen ninguna ventaja.  Pero jamás he visto a los jóvenes pelear para que eso cambie porque no lo ven como injusticia.

¿Usted puede sentir alegría ante la injusticia? A veces usted llama suerte a la injusticia. Un joven compra un billete de lotería, tiene 16 años, nunca ha trabajado, el dinero del billete lo robó de la alcancía de su hermanita y ¡chaz! Se gana el premio mayor: 1.5 millones de quetzales y usted dice: qué suerte. Eso no es injusto. Es suerte. Es injusto que usted no haya tenido herencia, que sus padres no le hayan dejado más que educación. A la par suya, y de su misma edad, hay otra persona que trabaja con usted, gana mejor que usted y además recibió herencia de sus padres (un carro, una casa, un millón en el banco), pero no renuncia. Eso no es injusto, le pregunté al que recibió la herencia y dijo que no. El que tiene y recibe más dice que eso es justo. El que no tiene y no recibe nada dice que eso es injusto. Pero usted quiere que haya justicia. Que todos reciban lo que merecen. O sea que si usted de desayuno recibió un par de huevos y su vecino un desayuno carísimo, cada quien recibió lo que merecía. Es eso justo o todos deben ser tratados por igual (concepto de justicia).

Usted afirma que la justicia es tratar a todos por igual. Darles a todos la misma oportunidad. Ponerlos en la misma fila de salida para la carrera de la vida y decirles en donde está la meta. Todos inician a correr al mismo tiempo y el que llegue primero por justicia merece ganar. ¿Y si a la par suya en la línea de salida, antes de la carrera hay una persona en silla de ruedas? Por justicia debe ser tratado igual. A la izquierda hay un sordo. A la par de él un ciego. Más allá un huérfano. Pero como la justicia es tratar a todos por igual, entonces: en sus marcas, listos fuera y que gane el que llegue primero. Es justicia que todos entren a trabajar a la misma hora. Aunque uno viva a dos cuadras de la empresa, otro a 10 kilómetros y uno más a 140 kilómetros. Todos saldrán a la misma hora y eso es justicia. Es injusto poner a competir a un niño de 3 años a la par de un joven de 20 años. Sin embargo 20 años después. Es justicia poner a correr a un joven de 23 años a la par de un hombre de 40 años. Que gane el mejor. O sea que la injusticia se volvió justicia.

Para que se me haga justicia bloqueo la carretera. En uno de esos vehículos hay una persona que tenía 8 meses de buscar trabajo y al fin le salió una entrevista, pero no llegará porque mi justicia bloqueó la carretera. Es justicia que la suerte decida quién estará mejor y quién estará peor. Es justo que alguien tenga todas las comodidades del mundo y otro no tenga ni una cama para dormir. Usted tiene cama. Eso es justicia.

Usted ve a un niño desnutrido. Eso es injusto. Así que le toca el hombro a quien va sentado a la par suya y le propone: Le daré Q100 mensuales si adopta a ese niño y le da de comer bien. ¿Eso es justicia? Digamos que el otro lo adopta. Sin embargo, en un mes no definido usted se quedó sin trabajo no tiene ni un pan para comer y le llegan a cobrar los Q100. Usted no lo paga. Le cobran una multa. ¿Eso es injusto? ¿Usted sólo debe pagar cuando tiene? Y si el otro es en realidad el Gobierno. Entonces es injusto que le cobre si usted no tiene trabajo. Pero ese impuesto se llama IUSI y se paga aunque usted no tenga ingresos. ¿Eso es injusto? Pero el Gobierno sí debe darle los beneficios sociales aunque usted no tenga trabajo. Eso es justicia. Los pobres no deben pagar impuestos, eso es justicia. Los pobres deben recibir todo gratis eso es justicia. Y si usted tiene una casona, pero también tiene 10 meses sin trabajo y no tiene ni un centavo para comer, el gobierno no le da nada gratis, porque en primer lugar usted es un profesional, no es pobre, entonces muérase de hambre. Eso es justicia.

Creería que lo que usted ve como injusto es lo que otro ve como justo. Y si usted recibe un beneficio eso lo ve como justo, aunque frente a usted alguien lo ve como injusto. Su concepto de injusticia es tan relativo que sería totalmente injusto hacer que se cumpla lo que usted piensa. ¿Ahora qué piensa? ¿Qué lo que he escrito es injusto? Usted está diciendo que lo justo es aceptar todas las injusticias con las que usted está de acuerdo. Que el niño que sacó 100 es muy estudioso aunque además desayuna, y que el niño que sacó 45 es un haragán que además no desayuna. Que aquel que tiene padres con estudios debe ser más inteligente que quien tiene padres analfabetas. Y si el que tiene padres analfabetas fracasa es justo que fracase.

En una oportunidad tomé un bus de Petén hacia la ciudad de Guatemala. Pagué un bus especial para descansar durante el viaje. Trescientos ochenta quetzales. Al llegar a Llano Largo, el piloto se detuvo y subió a muchas personas, cobrando cinco quetzales de pasaje a cada uno. Por supuesto, para quedarse con ese dinero.  Sentí miedo de que se fueran a perder mis pertenencias así que me puse de pie y bajé del maletero mi mochila. En ese momento una señora se sentó en mi lugar. Le dije: disculpe señora, ese es mi lugar. Y ella sin ninguna educación me respondió: ¡coma mmmm yo también voy pagando mi pasaje y por lo tanto tengo derecho a sentarme! Los pobres no sólo no tienen, sino que arrebatan. ¿Es eso justo?  ¿La injusticia se castiga o se desea? ¿La injusticia se defiende?

¿Qué color debiera ser el único en la naturaleza: el verde o el azul? ¿Los dos? Es correcto. Debemos aceptar la justicia y la injusticia como algo natural y necesario. El grande se come al pequeño y el pequeño no tiene oportunidad de defenderse. Si el grande es un gallo y el pequeño un gusano. Si el grande es tiburón y el pequeño un pez de colores. Si el grande es una mamá con cincho en mano y el pequeño un hijo a quien le van a pegar para educarlo. Pero si todo fuera justo. Los pequeños no debieran ser comidos por los grandes. Los hijos podrían defenderse de los regaños de los padres. Los alumnos podrían decidir lo que los maestros pueden o no pueden hacer. Entonces no habría grandes. Todos seríamos iguales. No habría vacas porque se comen al indefenso monte. No habría alguien con derecho frente a alguien con obligaciones. Estará de acuerdo en que ponerle fin a la injusticia significa ponerle fin al ser humano. El ser más injusto sobre el planeta. El ser que es capaz de destruir a la naturaleza porque cree que es lo justo. El ser que es capaz de quemar miles de hectáreas de bosque, plantas, aves, mamíferos, porque quiere sembrar maíz. El ser que es capaz de no dejar subir a alguien a un bus porque ese alguien no tiene dinero. Y no le da de comer en un restaurante a quien no puede pagar.

Una madre lloraba por el asesinato de su hijo. Desconsolada a media calle. Era mi único hijo, decía. Él me daba de comer. Yo ya soy vieja, no puedo trabajar por la artritis. Soy viuda. En la esquina los agentes de policía custodiaban al asesino. Que también gritaba. Tuve que matarlo. Le metió un cuchillo a mi esposa porque nos estaba robando. Y también quiso matar a mi bebé.

Ya que hablamos de injusticia y la queremos eliminar, entonces necesitamos leyes. Una ley que prohiba personas paradas en el bus, porque es injusto pagar lo mismo cuando unos van sentados y los otros parados. Debe prohibirse recibir niños de diferentes edades para un mismo grado. Es injusto que niños de 8 años estén en el mismo grado que los niños de 7 años. Es injusto que las personas de baja estatura se suban a un bus con los pasamanos muy altos, que lo prohiban. Es injusto que quien acaba de aprender a conducir un vehículo viaje en la misma calle que otros pilotos expertos. Es injusto pagar lo mismo en el bus si cada quien se baja en paradas diferentes. El que viaje más lejos que pague más. ¿Habrá que pedirle a Dios que mate a las suegras y le dé más vida a las madres?


Mejor siga mi consejo. No sufra por la injusticia, ni se alegre por la justicia. No vaya a ser que en realidad esté sucediendo todo lo contrario.



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